Un proyecto ingresado a Diputados denominado “Plan de Manejo de la Península de Magallanes” podría ser la puerta de entrada a grandes negocios inmobiliarios y turísticos de los que, muchos advierten, son los mismos que mantienen monopolizados el turismo y la venta de tierras en Santa Cruz.
Ha tomado estado parlamentario el Plan de Manejo de la Península de Magallanes en El Calafate, presentado por el Consejo Agrario Provincial, lo cual posibilitará el desarrollo de emprendimientos en un área protegida por la ley 2316, modificada por las leyes 2662 y 2693.
Hay alertas que aparecieron en las asociaciones que preservan el medioambiente como la Asociación Calafate Natural y la Asamblea Ambiental Ciudadana de Santa Cruz quienes han advertido que si se implementa este proyecto económico se causará un impacto irreparable en el frágil ecosistema de la región.
Paralelamente sostienen que la zona debe ser preservada para que continúe siendo Patrimonio de la Humanidad y básicamente una fuente de recursos par la comunidad de El Calafate, como lo señalan sus comunicados.
No todo es natural
Fuentes de la villa turística a las que ha tenido acceso OPI han señalado que existe una enorme intranquilidad entre los pobladores de las tierras del glaciar y en diversas organizaciones intermedias porque detrás de toda esta movida legislativa lo que realmente se intenta es darle un marco a los negocios inmobiliarios y turísticos que se van a desarrollar allí y cuyos oferentes ya tienen nombre y apellido.
Las fuentes de la localidad aseguran que tanto el gobierno provincial, como Parques Nacionales y el Ministerio de Planificación Federal ya tienen perfectamente determinado cuál será el destino de los recursos naturales que quedarán a expensas de los empresarios conocidos lo cuales han monopolizado desde la explotación de los lagos hasta de la hotelería.
El ojo del amo
Hay algunos vecinos que han decidido transformarse en vigías de estas maniobras y están muy comprometidos en alertar sobre todas estas situaciones, por lo cual con gran fundamento sostienen que permanecen atentos a la posibilidad de que se malvendan las tierras o se otorguen a concesiones por treinta años o más, como es natural que suceda en Santa Cruz donde terrenos y propiedades de incalculable valor (hasta históricos) han sido “vendidos” a precios irrisorios.
Por otro lado está la contaminación ambiental de la cual Calafate ya es víctima y cuyo lago tiene cuenta con un enorme pasivo en la materia, cuestión ésta que fue informada por OPI en varias notas donde se han denunciado las maniobras que se hacen para deponer desperdicios emergentes del turismo, especialmente desde los catamaranes de excursión, además de los efluentes cloacales de la localidad, sin tomar los recaudos necesarios para cuidar el impacto de los residuos en el hermoso lago que posee la villa.
Entre las grandes críticas que provienen de allí se encuentra la concesión que le otorgaron a la empresa Fernández Campell en Bahía Onelli, para la explotación turística con un tránsito de aproximadamente mil doscientas personas por día, o como lo indican inclusive algunos lectores que nos han hecho llegar sus críticas, sobre el emprendimiento hotelero instalado frente al Glaciar Perito Moreno, el cual al mes de construido derramó sus cloacas en las verdes aguas del lago, contaminando uno de los lugares más puros que aún quedan del planeta.
Fuente: Agencia OPI santa Cruz