Denunciaron ante la Fiscalía la megausina de carbón de Río Turbio
Critica de la Argentina 05-10-08
La tierra, a veces, marca como una maldición, o como el destino. Y es imposible librarse de ella. La historia de Río Turbio tiene esa cicatriz desde su nacimiento. El 10 de octubre de 1870 el presidente Sarmiento sancionó una ley instituyendo un premio de 25.000 pesos a quien descubriera una mina de carbón. Seis años después aparecen las primeras referencias sobre presencia de carbón mineral en Santa Cruz. Desde entonces el lugar no tuvo paz, el desfile de los aventureros se prolongó hasta 2008 y nada indica que se vaya a detener: el carbón, el oro, el petróleo, quimeras que se transforman en una cicatriz.
La mina no tiene nombre. Se llama la Mina. Está a nivel del suelo porque es, en realidad, un cerro que contiene 580 millones de toneladas de carbón atravesadas por una telaraña de 150 kilómetros de galerías que comenzaron a excavarse en 1943. Alrededor de la Mina, está el pueblo, donde todo tiene aire de provisorio, donde todos saben que allí estarán mientras la Mina dé. Hasta hace poco el aeródromo local era una ruta, al lado de un cartel caminero que decía “Precaución: a 100 metros cruce de pista de aterrizaje”. Los helicópteros ni siquiera tienen eso: aterrizan al lado de la plaza, en una especie de descampado.
En 1993 el ministro Domingo Cavallo tuvo que cambiar sus candidatos norteamericanos para privatizar la Mina por dos candidatos argentinos con buenos contactos: los hermanos Taselli tenían un contrato que aseguraba la venta de la producción durante diez años y un subsidio de 16 millones de dólares por año. También el apoyo del entonces gobernador Néstor Kirchner.
Sergio y Alberto habían sido chatarreros de Techint durante los años de desguace de los ferrocarriles y se asociaron luego con Mario Montoto, ex montonero y ex vocero de Firmenich. Los célebres hermanos llegaron a manejar unas treinta sociedades con más de 15.000 empleados (Trenes Metropolitanos, las líneas Roca, Belgrano Sur y San Martín, Trainmet Ciccone –proveedora de máquinas expendedoras de boletos para colectivos– Parmalat, etc.).
A la Mina –Yacimientos Carboníferos Fiscales– entraron con 5.000 trabajadores y se quedó con mil. Recorrerla a la salida de Taselli es recorrer el paisaje después de la batalla: aplicó allí todos los métodos de desguace; el sitio es una especie de cementerio abandonado. La Mina, de 59 años, fue devastada en ocho. Pero Taselli recibió sus 22.500.000 pesos por año en concepto de subsidio. Desde 1994 hubo tres huelgas de hambre y más de quince paros de mineros. El peor incidente sucedió en junio de 2004, cuando murieron catorce trabajadores y Taselli volvió al norte. Pero la quimera siguió: entonces Néstor Kirchner, ahora presidente, anunció la creación de una megausina a carbón, una central termoeléctrica.
La central aún no se empezó a construir y ya tiene una denuncia ante la Fiscalía de Investigaciones Administrativas para que se investiguen irregularidades en su licitación y financiamiento. La denuncia fue presentada por la Asamblea Ambiental Ciudadana de Santa Cruz, dirigentes locales y los diputados de la CC Juan Carlos Morán y Adrián Pérez. Los principales acusados son el ministro De Vido y el gobernador Peralta. El presupuesto inicial de la obra era de 1.506 millones y terminó adjudicándose en 2.680, casi el triple de lo que cuesta una usina similar en el resto del mundo. Nadie sabe, por otro lado, qué sucederá con las 1.800 toneladas diarias de cenizas que la usina desechará, y los estudios de impacto ambiental fueron hechos por las mismas empresas que ganaron.
CARA, PERO LA MEJOR . En octubre de 2004 la suerte de la usina ya estaba echada: De Vido firmó un protocolo de entendimiento con la República Checa y la central sería construida por la empresa Skoda por adjudicación directa. Al poco tiempo el convenio se rompió, con la explicación oficial de que la propuesta de Skoda era demasiado cara. Evidentemente, tardaron en leer el presupuesto. Dos años después, el 6 de diciembre de 2006 se llamó a licitación en el Salón Blanco de la Rosada para edificar una central termoeléctrica de 240 MW (megavatios, unidad de potencia que representa un millón de vatios).
–Este tipo de usinas a carbón son de la Rusia de los años cincuenta –reconoció a Crítica de la Argentina un empresario del sector–, de la Europa vieja, ahora nadie las construye por la alta contaminación que producen.
El anuncio zanjó, a la vez, otra discusión: De Vido quería instalar la usina en Punta Loyola, a 200 kilómetros de Río Turbio, y Kirchner lo que finalmente se hizo: construirla en el Turbio, cerca de la Mina. Seis grupos compraron los pliegos: Isolux Corsan, Roggio junto a Skoda, Jantesa y ESUCO, IECSA y la firma china Guodian, el consorcio Masa, Initec y Socoin y el grupo chino CMEC. Los grupos preclasificados después de varias postergaciones fueron la española Isolux y el grupo Roggio-Skoda. Los sobres abiertos en la segunda instancia dejaron primera a Isolux con un puntaje de 76,60 frente a los 66,46 de Roggio. Isolux ofreció 2.094 millones y Roggio 2.350.
El 15 de diciembre, en la primera visita de la presidenta C a Santa Cruz se anunció el proyecto de la usina por 2.680 millones, esto es mil millones más que lo previsto en el presupuesto oficial el año anterior.
¿Cuánto cuesta una usina, por ejemplo, en Macy’s? En el resto del mundo este tipo de centrales cuesta entre 1,2 y 1,5 millones de dólares por megavatio. El “costo argentino” se eleva a más del doble: 3,5 millones por megavatio.
“Creemos que existen motivos suficientes para sospechar sobreprecios –le dicen los denunciantes al fiscal Garrido– dado que si comparamos el costo por MW de la Central Termoeléctrica de Puchuncaví en Chile, de 250 MW, allí se pagó 1,26 millones de dólares por megavatio y en la provincia de Santa Cruz, 3,55 millones.”
“Nos costará el 285% más que a Chile”, dice el diputado Morán.
HAY CARBÓN EN TUS OJOS. La administración K debe pensar que el carbón no contamina. Cuando la Asamblea Ambiental Ciudadana de Santa Cruz presentó una acción de amparo, el gobierno K, le respondió que el estudio de impacto ambiental sería realizado por la empresa ganadora de la licitación. El zorro iba a encargarse de estudiar a las gallinas. El juez Gerardo Caamaño –el mismo que disculpó al general Bendini por equivocarse en unas cuentas rechazó el pedido de amparo y falló a favor del zorro. Una vez adjudicada la obra Isolux le encargó a la consultora Serman y Asociados que hiciera un estudio que presentó en agosto. ¿Y a que no saben qué dio? Por poco le recomiendan comer carbón a los lactantes.
La megausina usará para funcionar 3.720 toneladas de carbón por día, 900 metros cúbicos de agua, 360 toneladas diarias de cal y 8 toneladas de amoníaco. El problema es qué hará con lo que expulse:
–No tienen idea de dónde van a ir a parar los dos principales desechos: cenizas y gases tóxicos –dice Eduardo D’Elía, ingeniero en petróleo, máster en evaluación de impactos ambientales y miembro de la Asamblea.
La central eliminará 1.800 toneladas diarias de cenizas (y después me joden a mí con el cigarrillo…)
En el capítulo VII del estudio privado, bajo el título “Análisis Ecotóxico” se reconoce que durante el proceso de combustión “se producen una gran cantidad de cenizas. El 40% de estas cenizas quedan depositadas en el fondo del horno, otra fracción de partículas queda retenida en el separador de sólidos (5%) y los polvos restantes, las cenizas volantes (55%) en los filtros manga. Luego las cenizas deben gestionarse para su disposición final, tema que queda afuera del alcance de este estudio”.
Tampoco se sabe qué sucederá con los gases que llegarán a la atmósfera por una chimenea de 110 metros de altura con una temperatura de 155 grados celsius. La usina genera 24.000 toneladas de gases por día, entre otros:
–CO2 (Dióxido de carbono, que produce efecto invernadero.)
–CO (Monóxido de carbono que se produce por una combustión incompleta. Es el gas que intoxica en espacios cerrados. En menores concentraciones puede producir cefaleas o mareos.)
–SO2 (Dióxido de azufre, que se conoce como lluvia ácida.)
–NOx (Óxido de nitrógeno, también parte de la lluvia ácida, produce lesiones pulmonares.)
En la sección “Bebidas”, la usina producirá, claro, efluentes líquidos tales como:
• Cromo: 2,2 mg por litro
• Aluminio: 2
• Bario: 2
• Amoníaco 25
• Arsénico 0,5
• Mercurio: 0,005 En la Quinta Región de Valparaíso, cerca de la comuna de Puchuncaví, los casos de mortalidad por cáncer llegan al 35%, y la esperanza de vida es de 58,9 años. El nuevo sueño de Río Turbio podrá transformarse en pesadilla.
INVESTIGACIÓN: JL / LUCIANA GEUNA/ JESICA BOSSI