Seguimos difundiendo los riesgos que significan el
uso de lámparas de bajo consumo y tubos fluorescentes, tal como lo hiciéramos
en: ¡PELIGRO! LÁMPARAS DE BAJO CONSUMO
Los argentinos recibimos millones de
lámparas de bajo consumo en reemplazo de las tradicionales de filamento, pero
jamás nos advirtieron sobre los serios riesgos a los que estamos
.
FUNAM
DIFUNDIÓ CONSIGNAS PARA PROTEGER LA SALUD Y EL
AMBIENTE
El
Dr. Raúl Montenegro indicó que las lámparas de bajo consumo (LFC) "ahorran
energía, lo que es muy bueno, pero son peligrosas para la salud cuando se
rompen, y para el ambiente cuando las lámparas en desuso se tiran a la basura.
Lo mismo ocurre con los tubos fluorescentes
convencionales".
Las
lámparas de bajo consumo tienen hasta 5 miligramos de mercurio por lámpara y los
tubos fluorescentes hasta 20-25 miligramos por lámpara. Al fin de su vida útil
deberían tratarse como residuos peligrosos.
FUNAM
criticó la inaceptable falta de información "tanto en los envases de lámparas de
bajo consumo y tubos fluorescentes como en la campaña de reemplazo de lámparas
incandescentes por bajo consumo que lleva adelante el gobierno nacional".
Córdoba
y Buenos Aires (Argentina), 2 de mayo de 2012-.
La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), una ONG con status consultivo
en Naciones Unidas, difundió públicamente los riesgos sanitarios y ambientales
de las lámparas de bajo consumo (Lámparas Fluorescentes Compactas) y de los
tubos fluorescentes "ante el inaceptable silencio de los gobiernos y las
empresas". Difundió además consignas "destinadas a proteger la salud y el
ambiente" (ver abajo).
El
Dr. Raúl Montenegro indicó que las lámparas de bajo consumo (LFC) "ahorran
energía, lo que es excelente, pero son un riesgo para la salud cuando se rompen
y para el ambiente cuando las lámparas en desuso se tiran a la basura". Agregó
que los tubos fluorescentes o lámparas de vapor de mercurio a baja presión,
"plantean incluso mayores riesgos. Las lámparas de bajo consumo tienen hasta 5
miligramos de mercurio por lámpara y los tubos fluorescentes hasta 20-25
miligramos por lámpara".
Montenegro
sostuvo que "ahorrar energía eléctrica mediante el uso de lámparas de bajo
consumo es una buena medida, pero debería haber sido acompañada por una mayor
responsabilidad institucional. Está claro que la campaña de reemplazo alentada
desde el gobierno es legal, pues la Ley Nacional 26473/2008 prohibió las
lámparas incandescentes que tienen más de 25 vatios y determinó la adopción de
lámparas de bajo consumo, pero ni la ley ni la campaña alertan sobre los
riesgos. Tampoco previeron el destino de las lámparas de bajo consumo en desuso,
que deberían disponerse como residuos peligrosos y no como residuos sólidos".
Estos vacíos "son aún más incomprensibles cuando se tiene en cuenta que también
los tubos fluorescentes contienen mercurio, y que el destino final de los tubos
en desuso no fue previsto".
La
Ley Nacional 26473/2008 fue impulsada principalmente por la Cámara Argentina de
Industrias Electrónicas, Electromecánicas, Luminotécnicas, Telecomunicaciones,
Informática y Control Automático (CADIEEL). "Lamentablemente ni el Estado ni
CADIEEL previeron qué hacer con las lámparas en desuso, ni se preocuparon
demasiado por las eventuales consecuencias sanitarias y ambientales del mercurio
que contienen. Por otra parte, la casi totalidad de las lámparas de bajo consumo
son importadas, en su mayor parte de China, lo que reduce la posibilidad de que
las empresas productoras contribuyan a la solución del problema. Tampoco
advirtieron que lámparas de uso tradicional como los tubos fluorescentes
planteaban un problema similar que se suma al de las lámparas de bajo consumo",
agregó.
FUNAM
indicó que "progresivamente las lámparas de vapor de mercurio serán reemplazadas
por lámparas LED, por ahora de mayor costo, que ahorran más energía, tienen una
mayor y notable duración y carecen de mercurio" (LED = Light-Emitting Diode,
diodo emisor de luz).
Los
riesgos del mercurio contenido en las lámparas
Los
investigadores Yadong Li y Li Jin publicaron en octubre de 2011 un trabajo sobre
la descarga de mercurio desde lámparas de bajo consumo rotas (ver abajo
Referencia 1). Indican en ese trabajo:
a)
Que el vapor de mercurio liberado al romperse una lámpara de bajo consumo puede hacer que se superen los niveles de
exposición seguros.
b)
Que al romperse, una lámpara fluorescente compacta con mercurio libera vapor de mercurio al aire durante
semanas y meses, y que la cantidad total puede superar los niveles seguros de
exposición humana en una habitación mal ventilada.
c)
Que al analizar el contenido de mercurio en 8 marcas diferentes y en cuatro
distintas cantidades de vatios, los
resultados revelaron que el contenido de mercurio varía considerablemente de una
marca a otra [los investigadores trabajaron en Estados Unidos con criterios
de la EPA].
d)
Que dado que cualquier personas puede, fácil e inadvertidamente, inhalar el
mercurio en su estado de vapor, recomiendan la rápida eliminación de las
lámparas fluorescentes compactas rotas, y una buena ventilación, así como el uso
de envases adecuados para minimizar el riesgo de rotura de las lámparas y para
retener el vapor de mercurio en caso de que lleguen a romperse. Esto limitaría
el riesgo de que ese vapor nocivo sea inhalado por personas.
El
Dr. Raúl Montenegro indicó que estas medidas preventivas "son particularmente
necesarias para proteger a los bebés y niños, pues suelen pasar mucho tiempo en
el hogar y son más vulnerables. Recordemos que los niños, por tener
proporcionalmente un mayor consumo de aire por unidad de peso en comparación con
los adultos, y cuerpos pequeños, resultan más susceptibles a los efectos tóxicos
del vapor de mercurio".
El
envenenamiento por mercurio puede causar náusea, vómitos, diarrea, debilidad,
dolor de cabeza, aumento de la tensión arterial, erupciones en la piel, sabor
metálico en boca y dificultad para respirar.
Envases
y campañas sin información al público. Acciones
inmediatas dispuestas por FUNAM
FUNAM
criticó la inaceptable falta de información "tanto en los envases de lámparas de
bajo consumo y tubos fluorescentes como en la campaña de reemplazo de lámparas
incandescentes por bajo consumo que lleva adelante el gobierno nacional". FUNAM
realizó una investigación preliminar sobre envases de lámparas de bajo consumo,
donde la mayoría se limita a advertir que las lámparas no deben ser tiradas a la
basura. Excepcionalmente agregan a ese símbolo (un tacho de basura tachado)
códigos sobre mercurio que las personas no necesariamente interpretan.
"Lamentablemente, ninguna lámpara incluye una advertencia para caso de rotura.
Además, es frecuente que a los tubos fluorescentes en desuso se los rompa
deliberadamente antes de arrojarlos a la basura, o que lámparas de bajo consumo
y tubos fluorescentes intactos se rompan al ser manipulados por el recolector
municipal, que queda expuesto sin saberlo".
Algunos
organismos nacionales, entre ellos el INTI, minimizaron en su momento el riesgo
por mercurio, pese a haber observado que 600 lámparas de bajo consumo de
distintas marcas, todas fabricadas en China, mostraban –por ejemplo-
incoherencia entre lo anunciado en el envase y la realidad, o inseguridad
eléctrica. En dicho estudio (ver abajo Referencia 2) no parece haberse analizado
la variación de contenido de mercurio en distintas lámparas de la misma marca y
tipo, ni en distintas marcas. FUNAM agregó que en 2008 "el Gerente de Calidad y
Ambiente del INTI, Joaquín Valdés, llegó a sostener públicamente que las
lámparas de bajo consumo 'no son nocivas', y que contienen 1000 veces menos
mercurio que un termómetro, como si esto fuera un certificado de seguridad.
Llegó incluso a indicar que las lámparas de bajo consumo contienen 'cien veces
menos mercurio que un clásico tubo fluorescente' sin preocuparse demasiado por
el impacto en la salud de estos últimos (ver abajo Referencia 3). Esperamos que
la actitud del INTI haya cambiado", agregó FUNAM.
Desde
la Fundación para la defensa del ambiente se está solicitando al INTI que evalúe
la presencia de mercurio en todas las lámparas de bajo consumo y tubos
fluorescentes comercializados en Argentina, incluido un estudio sobre la
variación al interior del mismo tipo y marca, y que el estudio se haga luego
público. También está requiriendo al Defensor del Pueblo de la Nación tres
intervenciones urgentes ante el Estado Nacional: a) Para que elabore una nueva
normativa sobre los envases y se indique en ellos contenido de mercurio, riesgos
y cómo actuar en caso de rotura; b) Para que institucionalice sistemas de
captación, almacenamiento y eventual tratamiento de lámparas en desuso, LFC y
tubos fluorescentes, y c) Para que su campaña de reemplazo sea acompañada de
avisos sobre los riesgos y cómo actuar en caso de rotura de lámparas.
Recomendaciones
para actuar en caso de rotura de lámparas de bajo consumo y tubos
fluorescentes
Estas
son algunas recomendaciones hechas por FUNAM y la Cátedra de Biología Evolutiva
Humana (Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba) para actuar
ante la rotura de una lámpara de bajo consumo (Lámpara Fluorescente Compacta) y
tubos fluorescentes (Lámparas de vapor de mercurio de baja presión). Se han
tomado elementos de las pautas elaboradas por el Illinois Poison Center para
rotura de lámparas fluorescentes compactas y por la EPA (Estados Unidos).
-
Aleje a los niños y animales domésticos.
-
Abra las ventanas para que se ventile el lugar donde ocurrió la rotura y aléjese
de allí durante al menos 15 minutos.
-
Antes de ingresar al sitio donde se produjo la rotura consiga dos bolsas de
polietileno amplias, resistentes y sin perforaciones, cinta de embalar, papel y
cartón duro para ser usados como pala, y toallitas de papel húmedas. Colóquese
guantes de plástico y si llegara a tenerlos, otros elementos de protección
(lentes protectores, mascarillas aptas).
-
Deberá recoger todos
los fragmentos del fluorescente que le sea posible. Recuerde que no debe
utilizar una aspiradora, ni escoba ni escobillón, y que nunca debe hacer la
operación de limpieza con manos descubiertas.
-
Con
mucho cuidado tome los fragmentos y el polvo con papel o cartón duro.
-
Limpie
el área con una toallita de papel húmeda.
-
Cinta adhesiva de embalar puede
ser utilizada para recoger el polvo y pequeños trozos de la LFC.
-
Coloque todos los restos recogidos y los materiales que usó para limpiar en dos
bolsas de plástico, y selle esas bolsas con la cinta de embalar. Agregue luego
un cartel que indique "residuos de mercurio".
-
No deje estas bolsas al alcance de los niños.
-
Dichas bolsas con residuos de mercurio deberían ser entregadas en los lugares
que el Estado determine para su recepción.
-
Si no hay otra opción de disposición, y la Municipalidad lo permite, disponga
las dos bolsas con residuos de mercurio junto a los otros residuos sólidos
domiciliarios. Asegúrese que los fragmentos contenidos en la bolsa no puedan
herir al recolector de residuos.
-
Lávese las
manos después de tirar las bolsas.
Referencias
(1)
Li, Y. & L. Jin. 2011. "Environmental
release of mercury from broken compact fluorescent lamps". Environmental
Engineering Science, October 2011, Vol. 28, n° 10, pp.
687-691.
(2)
Un resumen del informe del INTI sobre eficiencia de iluminación de las lámparas
de bajo consumo comercializadas en Argentina puede verse en la Página Web:
http://www.inti.gov.ar/novedades/inf-tec.pdf
(3)
Dos a cuatro miligramos de mercurio por lámpara no son cantidades ínfimas, mucho
menos el contenido en tubos fluorescentes (20-24 mg/lámpara). El Decreto
Nacional 831/1993, reglamentario de la Ley Nacional de Residuos Peligrosos
24051/1992, establece por ejemplo para suelo un nivel guía de mercurio (máximo
permitido) de 0,0008 mg/g para suelo agrícola y de 0,002 mg/g para suelo
dedicado a uso residencial.
Para
mayor información contactar a:
Prof.
Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo
Teléfono
fijo: 03543-422236
Teléfono
celular: 0351-155 125 637
E-mail:
biologomontenegro@gmail.com
Encargada
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Nayla Azzinnari
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celular: 011-155 460 9860
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