La Asamblea Ambiental Ciudadana (AAC- Río Gallegos), los Amigos del Medio Ambiente (AMA-Punta Arenas) y el Frente de Defensa Ecológico (FDE - Punta Arenas) se manifestaron en pleno centro la sureña ciudad de Punta Arenas, en la XII Región de Chile.
La consigna de las agrupaciones de ambos países fue la misma, la oposición a la extracción y combustión del carbón mineral y la utilización de energía limpias para la región patagónica.
Desde Chile el reclamo se centraliza en la construcción de tres emprendimientos mineros en la Isla Riesco, distante a unos 50 kilómetros de Punta Arenas y a 200 kilómetros de Río Gallegos.
Estos emprendimientos, altamente destructivos, permitirán la extracción de carbón mineral a cielo abierto, lo que significa un bajo costo, para abastecer las futuras usinas termoeléctricas de Chile y la Megausina de Río Turbio (Arg).
Es sabido que las minas de Argentina no serán capaces de proveer el carbón suficiente para el funcionamiento de la Megausina de Río Turbio (1,2 Millones de Toneladas), por lo que este emprendimiento soluciona el problema. Esta información fue confiada a la AAC por un alto funcionario del sector energético argentino.
Si bien el problema de combustible estaría solucionado, el problema social comenzará cuando la empresa YCRT, encargada de la explotación del carbón en Río Turbio, no tenga sentido de existir y cierre sus minas.
Esto es bastante lógico, ya que el costo de producción según YCRT es de U$ 930 por tonelada y en el mercado internacional se consigue a solo U$ 13 la Tonelada.
Con carbón de Río Turbio o de otro lugar, los impacto por la emisión de 24.000 Toneladas diarias de gases tóxicos, se harán notar en toda la Patagonia Austral (Chilena y Argentina).
A esto hay que sumarle el lixiviado de las 1800 toneladas de cenizas con altos contenidos de metales pesados y hasta elementos radiactivos que empatarán directamente sobre la única fuente de agua potable que tiene la ciudad de Río Galegos.
Todas estas son razones suficientes para reclamar a nuestras autoridades sobre nuestra salud y la de las generaciones venideras.
Estos emprendimientos, que ni siquiera cumplen con los tratados internacionales, solo traerán enfermedades y destrucción a nuestra región.
En nosotros esta evitarlo y ya se ha comenzado.