sábado, 15 de mayo de 2010

Green Cross esconde su informe de la Megausina para no pasar un papelón mayor


Hasta Green Cross confirmó el mamarracho de su propio informe al quitarlo de su pagina web

A continuacion la ampliacion del informe realizado por la AAC en donde manifestamos que "Green Cross miente y omite"

Greenpeace dio a conocer hoy la evaluación del informe “Evaluación del Proyecto de la Central Térmica Río Turbio” presentado hace un mes atrás por la Municipalidad de Río Turbio y producido por la organización Green Cross Argentina.“Encontramos graves errores, ausencia de información y conclusiones que son verdaderamente alarmantes” explicaron desde la organización ambientalista. “Lo verdaderamente grave no es el informe, sino la irresponsabilidad y las mentiras dichas por diversos funcionarios que emitieron opiniones sin haber leído lo que tenían en sus manos”.

El 8 de abril pasado, la organización Green Cross junto al intendente de Río Turbio, Martín Adolfo y el jefe de Gabinete de la Provincia de Santa Cruz, Pablo González, presentaron un informe que destaca la “razonabilidad” de desarrollar el proyecto de la Central Térmica de Río Turbio (CTRT). “En primer lugar, dicho informe no es un nuevo estudio de impacto ambiental (EIA) de la usina, ni tampoco es una evaluación del estudio previamente presentado por la empresa española Isolux Corsán”, señaló Juan Carlos Villalonga, director de Campañas de Greenpeace Argentina. “Se trata de una descripción de algunos aspectos parciales del proyecto y nada tiene que ver con la manera en que fue presentado ante la sociedad por los funcionarios. Es una mentira decir que se ha hecho una evaluación del impacto ambiental de la obra”.

Según el informe presentado por Greenpeace, el estudio promovido por el Intendente Adolfo “comete una grave omisión al considerar inexistentes las emisiones a la atmósfera de óxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) y de otros compuestos” señalando que no existe una planta de carbón en la que pueda asumirse semejante hipótesis, esto es más grave si se tiene en cuenta que el propio EIA de Isolux reconoce la existencia de estas emisiones.

“Esta omisión es grave, subestimar estas emisiones por parte de Green Cross es algo realmente insólito” explicó Villalonga. “Lo más extraño es que luego, en otro capítulo del informe, dichas emisiones aparecen mencionadas, es decir existen incoherencias internas en el propio documento”.

En lo referido al análisis del posible impacto ambiental de las cenizas, el estudio de Green Cross reconoce que no existen posibilidades de darles algún uso, razón por la cual sostiene la necesidad de ubicarlas en un relleno. Sin embargo, de los dos sitios analizados para alojar las cenizas, uno resulta no ser apto y del otro sitio analizado, Green Cross reconoce que no se disponen de datos para evaluarlo. “No existe destino cierto y seguro para las 650.000 toneladas de cenizas que se generarán cada año por la CTRT, ésa es una conclusión del informe de Green Cross”, agregó Villalonga.

Otra de las conclusiones es que las evaluaciones respecto de la dispersión de las emisiones atmosféricas y su línea de base no tienen suficiente rigurosidad en sus datos de origen. “Eso tampoco fue dicho por las autoridades y está indicando la invalidez de las estimaciones de los impactos de las emisiones atmosféricas que se han hecho”, señaló el vocero de Greenpeace.

Greenpeace pone especial énfasis en la evaluación de la obra en lo relativo a emisiones de gases que afectan al clima. “La “razonabilidad” de la CTRT que sostiene Green Cross está basada en ignorar las necesarias medidas de mitigación que deben adoptarse frente al cambio climático” explica en su informe Greenpeace. “Dicha razonabilidad está basada en adoptar un escenario energético que es meramente una tendencia de mercado y que nos conduce a una catástrofe climática”, agregó Villalonga.

Otro grave error en cuanto a las emisiones de la CTRT es que las mismas son comparadas con un valor falso de las emisiones de la generación eléctrica en Argentina. Greenpeace puntualiza que “para la justificación del proyecto se adopta un valor equivocado de las emisiones del sector eléctrico térmico. El promedio de emisión de las plantas térmicas es de 600 Gg/TWh y no 926 Gg/TWh como supone Green Cross”. El verdadero promedio de emisiones del sector térmico está muy por debajo de los más de 900 Gg/TWh de la CTRT. Por el contrario, lejos de ser despreciables las emisiones de la CTRT, las mismas representan un aumento del 6,2% en las emisiones del sector eléctrico nacional. El promedio de emisiones del sector eléctrico es de 354 Gg/TWh, menos de la mitad de las emisiones de la CTRT. “Contrariamente a lo que afirma el informe de Green Cross, la planta de Río Turbio generará emisiones muy por encima del promedio de las plantas que se están incorporando al parque eléctrico en la Argentina”.

“El informe de Green Cross comete serios errores, graves omisiones y en aquellos aspectos en los que evalúa la información ambiental disponible, no concluye con datos satisfactorios. Esto muestra que quienes salieron apresurados a hablar favorablemente de este informe y del “aval” que el mismo representaba para la CTRT, no lo han leído o decidieron ocultar sus errores y algunas de sus conclusiones” finalizó Villalonga.